Mesa de poesía
Veinte poemas de amor y una canción desesperada, Pablo Neruda
Sustantivos concretos:
Tierra
Arma
Flores
Campana
Caracola
Adjetivos:
Misteriosa
Suaves
Dolorida
Lenta
Profundos
Verbos de acción:
Quebrandose
Muriendo
Huyendo
Vendrá
Trepando
Adverbios:
Todos
Nadie
Hasta
Monosílabos:
Luz
Agua
Flor
Palabras esdrújulas:
Pájaros
Último
Besándonos
Preguntas:
¿Quién llama?
¿Dónde estabas?
Títulos:
Me gusta cuando callas
La canción desesperada
Versos:
1. Cuerpo de mujer mía, persistiré en tu gracia.
Mi sed, mi ansia sin límite, mi camino indeciso!
Oscuros cauces donde la sed eterna sigue,
y la fatiga sigue, y el dolor infinito.
2. Se parecen tus senos a los caracoles blancos.
Ha venido a dormirse en tu vientre una mariposa de sombra.
Poema que me gusta:
Para mi corazón basta tu pecho,
para tu libertad bastan mis alas.
Desde mi boca llegará hasta el cielo
lo que estaba dormido sobre tu alma.
Es en ti la ilusión de cada día.
Llegas como el rocío a las corolas.
Socavas el horizonte con tu ausencia.
Eternamente en fuga como la ola.
He dicho que cantabas en el viento
como los pinos y como los mástiles.
Como ellos eres alta y taciturna.
Y entristeces de pronto, como un viaje.
Acogedora como un viejo camino.
Te pueblan ecos y voces de nostálgicas.
Yo desperté y a veces emigran y huyen
pájaros que dormían en tu alma.
Poema que no me gusta:
Niña morena y ágil, el sol que hace las frutas,
el que cuaja los trigos, el que tuerce las algas,
hizo tu cuerpo alegre, tus luminosos ojos
y tu boca que tiene la sonrisa del agua.
Un sol negro y ansioso se te arrolla en las hebras
de la negra melena, cuando estiras los brazos.
Tu juegas con el sol como un estero
y el te deja en los ojos dos oscuros remansos.
Niña morena y ágil, nada hacia ti me acerca.
Todo de ti me aleja, como del mediodía.
Eres la delirante juventud de la abeja,
la embriaguez de la ola, la fuerza de la espiga
Mi corazón sombrío te busca, sin embargo,
y amo tu cuerpo alegre, tu voz suelta y delgada.
Mariposa morena dulce y definitiva,
como el trigal y el sol, la amapola y el agua.
Poema armado con las palabras:
Floreciendo…
La tierra quebrándose, lenta va.
trepando las suaves armas de mi piel
¿Quién llama?, la campana sonó,
huyendo de mí me encontró.
El agua profunda en calma esta,
caracola dolorida, flor será.
¿Dónde estabas? nadie vendrá.
Besandonos flores misteriosas explotaban,
como la luz cuando muriendo te hallo.
Los últimos pájaros, suaves como esos besos son.